En esa misma semana nos reuníamos alrededor de las seis de la tarde en el paseo de la feria para participar en el tradicional desfile de carnavales de Albacete. Nuestra carroza fue un templo chino, en la cual se podía encontrar desde geishas muy elegantes, chinos, chinas, karatekas hasta ninjas.
Durante todo el desfile estuvimos bailando y cantando junto a la charanga. A pesar del frío y los pronósticos de lluvia hubo un ambiente agradable y divertido en el trascurso de los carnavales.